domingo, 5 de octubre de 2008

Karina Jelinek vs Jésica Cirio



"Hoy nos enfrenta la fama"

Un coliseo imaginario eleva sus muros desafiantes en la televisión y ellas combaten en la arena más mediática. Curvas para el infarto y mucha audacia se vuelven armas en una batalla donde, al igual que los luchadores de la antigua Roma, ellas persiguen tanto la fama, como la gloria. Karina Jelinek (26) y Jésica Cirio (23) no temen vestir sus trajes de modernas gladiadoras. Se sienten mimetizadas con las guerreras de la época de los Césares y, cual míticas amazonas, defienden su honor esgrimiendo lúdicamente espadas y esc udos, en un cruce que pone los puntos sobre las íes y las confronta luego del conflicto que las tuvo como protagonistas. Para la contienda, CARAS las reunió en una espectacular producción fotográfica, donde quedarán expuestas más diferencias que similitudes, y tal cual sucedía en el Imperio romano, será el público el indicado en ba jar o subir el pulgar.

“Con Jésica nos conocimos en la agencia de modelos de Leandro Rud. Luego, como ella salía con un amigo de mi novio compartimos un viaje a Alemania, por el mundial. Pero también es cierto que nunca fuimos amigas, jamás tuvimos ese feeling, y si eso no ocurre no vamos a insistir” -remarca Karina, rompiendo el hielo-. La modelo oriunda de Córdoba dice que todo comenzó cuando a raíz de su desmayo en la pista de “Bailando por un Sueño”, —y su posterior pedido de licencia con viaje a Miami incluido—, todos comenzaron a atacarla. Fue entonces cuando unas polémicas palabras vertidas por Jésica frente a las cámaras (“Es una h…de p…”), encenderían la chispa de la polémica e iniciar el fuego cruzado entre ambas modelos.

“Tuve un pico de estrés, no estaba comiendo bien y tenia algunos problemas personales. Y todo eso me llevó al desmayo que, lamentablemente, pasó en un programa de televisión. Empezaron las opiniones, cualquiera pudo colgarse del hecho y sacar ventaja mediática. Al principio creí que Jésica lo había dicho como diciendo que yo era muy afortunada por poder irme de viaje. Pero después todo se hizo más grande. Creo que está mal ir a bailar lesionada y hacerse la pobrecita delante del jurado. Si te hacés la valiente, es porque te importa más tu ego”, remata Jelinek.

—¿Sintió que tenía que defender su honor?

Karina Jelinek: —Salí a defenderme de los dichos de Jésica. Siempre permanecí callada, porque nunca me gustaron los escándalos y no tengo cintura para la pelea. Pero estar tan expuesta te hace pagar un peaje. El mundo de la televisión es cruel, y hay que ser fuerte para aguantar todo eso. Me sentí incomprendida y no quiero que me ataquen más. Me vi obligada a defenderme, como una gladiadora moderna, y parece que a esa Karina no la conocían.

—¿Por qué cree que la critican tanto?

K.J.: — Creo que hay mucha envidia en este ambiente y parece que no paso desapercibida. Dicen que hago un personaje ante las cámaras, pero en algunas cosas soy muy inocente e ingenua, porque de lo contrario no me hubiera sucedido todo esto. Creo que las cosas se pueden aclarar, y más allá de todo lo que Jésica dijo, prefiero dejar todo en el pasado. Hoy quiero olvidar todo porque no soy rencorosa.

—Se refirió a problemas personales. ¿Cómo está hoy su corazón?

K.J.: — Se comentaron tantas cosas, que tengo amantes, de todo... Pero lo cierto es que estoy muy bien con mi novio (Cristian, un empresario argentino). En diciembre cumplimos cuatro años y claro me gustaría casarme en dos años, tener hijos ni bien me case, vivir feliz con mi marido y seleccionar muy bien cada cosa que haga. Ahora estoy más segura de lo que quiero hacer. El que mucho abarca, poco aprieta (risas). Además de cumplir el sueño de mi soñador Pier Fritzscher (ayudar a un grupo de abuelos discapacitados y carenciados de Berazategui que necesitan un salón para sus actividades diarias), estoy trabajando para cumplir mi sueño personal que es el de sacar mi línea de zapatos, carteras y lentes, un proyecto que voy a emprender con mi socia y amiga, Silvia Brown, y que saldrá durante el verano.

La sesión de fotos comienza y ellas despliegan rutilantes, todo su sex appeal. La fotógrafa indica cada toma y ellas acatan la premisa: “Quiero quemires buscando a tu enemigo. Quiero una cara que refleje que viniste a ganar”. Dame belleza y perfección. ¡Flash! Dame glamour y sofisticación. ¡Flash¡ Dame más provocación. ¡Flash! El tiempo comienza a correr y las contrincantes esgrimen sus dagas imaginarias, buscando la consagración y los aplausos, la ansiada recompensa. Las palabras se vuelven explosivas respuestas, duros reveses, e inician su danza teñidas de sutileza femenina, pero también buscando dar golpes certeros. El juego ha comenzado.

“Es cierto, nunca fuimos amigas. Creo que todo esto fue un malentendido de parte de las dos. Primero, cuando yo hice el comentario como diciendo: “¡Qué suerte que se va de viaje!”, y ella lo tomó a mal y salió a decir cosas como que yo recién empezaba”, aclara Jésica.

—¿Le molestó que Karina minimizara su trayectoria?

Jésica Cirio: —Estuve muy enojada y dejamos de saludarnos. Me molestó que hablara de mi trabajo y dijera que yo era una desconocida para ella. La gente sabe que en estos cinco años que llevo de carrera, hice mucho, como encabezar varios teatros de revistas, campañas importantes, y viajes al exterior. Arranqué como modelo, seguí como vedette, y fui conductora. Pero mi idea es seguir creciendo.


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